¿Cómo funcionan los extractores de Zumo y cual elegir?

Desde que comer de forma saludable se ha convertido en una prioridad para los consumidores italianos, el mercado de productos destinados a la transformación de frutas y verduras ha crecido considerablemente. Por lo tanto, no faltan análisis y comparaciones entre diferentes productos y métodos de preparación.

Una de las preguntas que surge con mayor frecuencia en este contexto es aquella que enfrenta a los extractores llamados «en frío» con las centrifugadoras.

Cómo funcionan los extractores y las centrifugadoras

Veamos primero la diferencia entre un extractor de jugo y una centrifugadora, comenzando por su funcionamiento respectivo. Ambas herramientas están diseñadas para preparar jugos de frutas y verduras, y en ambos casos, el jugo se obtiene mediante la separación de la parte sólida de la parte líquida y «jugosa» del alimento en cuestión. Pero, ¿cómo funcionan?

En la centrifugadora, las cuchillas giran a alta velocidad (de 6,000 a 18,000 revoluciones por minuto), destruyendo literalmente las células vegetales presentes en el alimento. La fuerza centrífuga luego separa la parte sólida de la líquida, que es empujada hacia un filtro y luego hacia fuera de la centrifugadora. Así se obtiene un jugo claro, en algunos casos acuoso, pero que conserva en gran medida las propiedades nutritivas buscadas.

En el caso del extractor, la separación del jugo del resto del alimento se realiza a través de una espiral. Se trata de una especie de tornillo que aplasta y exprime lentamente los alimentos: la velocidad más baja, en comparación con la de la centrifugadora, permite mantener intactas las fibras y sustancias nutritivas. El extracto obtenido, por la misma razón, puede contener fibras y residuos de pulpa y cáscara.

Diferencias entre extractor y centrifugadora

La diferencia fundamental entre los dos electrodomésticos radica precisamente en su funcionamiento diferente.

Mientras que la centrifugadora separa las fibras del contenido jugoso gracias a la rápida rotación de las cuchillas, el extractor en frío realiza una acción similar a la masticación. La espiral gira lentamente y no desgarra ni separa las fibras del alimento, lo que permite mantener inalteradas las propiedades nutricionales de frutas y verduras.

La lentitud del proceso también permite evitar los procesos de oxidación causados por el sobrecalentamiento que pueden ocurrir con el uso prolongado de una centrifugadora.

Uno de los elementos esenciales en la elección del electrodoméstico que mejor se adapte a sus necesidades es, sin duda, el funcionamiento. Pero también veamos qué necesidades prácticas pueden llevar a una elección informada entre las dos herramientas examinadas.

¿Para qué alimentos son adecuados?

Aunque pueden usarse con los mismos propósitos, las centrifugadoras y los extractores de jugo presentan diferencias particulares que indican usos y resultados diferentes. Veamos algunos ejemplos breves:

  • La centrifugadora es adecuada para frutas duras y blandas, pero no para aquellas con hueso o con presencia de semillas. Los tomates y los quesos no pueden tratarse dentro de una centrifugadora, ya que podrían comprometer la máquina.
  • El extractor se puede usar para todo tipo de frutas y verduras, ya sean duras o blandas, pero también para frutas pequeñas y llenas de semillas, para purés de tomate, para cremas a base de leche, entre otros.

Alimentos con bajo contenido de agua, como aguacate, plátano o higos, no son adecuados para ser tratados ni en una centrifugadora ni en un extractor.

Es importante tener en cuenta que, mientras que en la centrifugadora se pueden agregar alimentos cortados de manera grosera o enteros, el extractor requiere una preparación de los alimentos. Las frutas y verduras deben cortarse primero, y solo después se puede proceder con la extracción de jugo y fibras.

En cuanto a los resultados, con la centrifugadora obtendremos un jugo particularmente líquido y cristalino, a menudo espumoso. Del extractor se obtienen generalmente cantidades mayores de jugo, y son jugos más densos que pueden conservarse incluso por dos días. El extractor es, por lo tanto, más eficiente en términos de consumo, pero requiere una preparación de alimentos más cuidadosa.

¿Qué criterios considerar en la elección?

Si estamos indecisos sobre cuál es la herramienta que mejor se adapta a nuestras necesidades y aún no sabemos elegir entre extractor y centrifugadora, hay varios factores a tener en cuenta:

  1. El uso: como se mencionó anteriormente, la centrifugadora puede ser adecuada para aquellos que desean un zumo de naranja todos los días, pero no para aquellos que quieran «licuar» frutas del bosque o tomates;
  2. La velocidad: un extractor tarda en promedio tres minutos en producir 200 cl de jugo; una centrifugadora lo hace en aproximadamente un minuto y medio… por lo que esta última es absolutamente recomendable en caso de que se necesiten preparaciones rápidas.
  3. El volumen: las centrifugadoras son en general mucho más prácticas y manejables que los extractores; se desarrollan en altura y encuentran fácilmente su lugar en las cocinas de casa. Los extractores, ya sean de espiral única o de doble eje horizontal, ocupan mucho más espacio.
  4. El precio: debido a las diferentes características técnicas, los extractores son más caros que las centrifugadoras. Mientras que los precios de una centrifugadora oscilan entre 30 y 150 euros en promedio, para los extractores estamos hablando de un rango de precio que va desde los 100 hasta los 400 euros.
  5. El mantenimiento: es importante considerar, antes de la compra, la composición del electrodoméstico, el número de componentes y los métodos de limpieza del mismo, que a menudo resultan ser el aspecto más delicado de este tipo de herramientas. Esto podría llevar, para entendernos, a la desafección por su uso.
  6. El impacto: además de las dimensiones, puede ser útil considerar la diferencia en el impacto acústico de los dos electrodomésticos. Mientras que una centrifugadora tiende a ser tan ruidosa como una licuadora tradicional, el extractor de jugo es un instrumento silencioso… adecuado incluso para aquellos que quieren comer mientras los demás duermen.

No deben considerarse, sin embargo, las opiniones de aquellos que creen que las propiedades beneficiosas de los alimentos cambian significativamente de una herramienta a otra, ya que han sido refutadas por numerosos estudios. No hay diferencias significativas entre un jugo centrifugado y uno extraído, en términos de concentración de nutrientes como vitaminas, magnesio y carotenoides.

¿Cuál elegir?

Una vez que se ha considerado la diferencia entre el extractor y la centrifugadora, y la leve diferencia en el resultado, es necesario analizar los criterios según los cuales es recomendable elegir uno u otro.

Como siempre, mucho dependerá del uso que se pretenda dar a la herramienta; pero elementos como el espacio disponible y el presupuesto destinado a la compra también tendrán un impacto decisivo, como hemos visto.

En general, se trata de electrodomésticos que permiten licuar casi todas las verduras sin perder sus cualidades nutritivas y su sabor. Solo queda entender a qué tipo de proceso y herramienta darle más confianza, siendo que beber un buen zumo todos los días es un hábito que vale la pena adquirir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *